lunes, 22 de agosto de 2011

Por sus certámenes, puede entrar en el ‘Libro Guinness’

Treinta y cuatro años después de su apresurada fundación —mañana se cumplirá ese aniversario— la Liga del Fútbol Profesional Boliviano iniciará un nuevo certamen a partir del próximo fin de semana.

La Liga boliviana podría entrar, sin oposición, en el “Libro Guinness de los Récords”, y bastaría para ello un detalle: como ninguna otra en el mundo de la que tengamos noticia, esta entidad ha conseguido que ningún año se parezca a otro en el sistema de campeonato.

A veces por motivos de fuerza mayor (el primer certamen empezó en los últimos meses de 1977 y finalizó en 1978; en 1980 se disputó un solo torneo entre mayo y noviembre con 14 equipos; en 1993, a raíz de una insólita huelga de jugadores y las eliminatorias para el Mundial también se jugó un certamen), pero en la mayoría de los casos por divergencias internas, los años futbolísticos nunca se parecieron entre sí.

Ahora entramos en una nueva etapa, porque la Liga ha dispuesto que la temporada de su fútbol se juegue entre julio o agosto de un año y junio del año siguiente: una determinación de discutibles fundamentos y cuya utilidad se podrá aquilatar en un plazo muy corto.

A partir de 1993 se estableció la relación de ascensos y descensos con la verdadera vigencia de la Copa Simón Bolívar —ahora transformada en otro discutible certamen, el Nacional B— y desde 1994 se formalizó la presencia de 12 equipos ligueros, cifra que había variado en los años anteriores: la institución fundada en 1977 tuvo 16 planteles en su primer torneo y bajó, y subió por diferentes causas en las temporadas siguientes.

Torneos

Con el paso de los años y los sistemas de campeonato, los clubes del llano —fundamentalmente Oriente Petrolero y Blooming— comprendieron que los certámenes “todos contra todos” no les resultaban favorables, y que era necesario implantar una especie de revancha: campeonatos por series donde las visitas a los equipos de la altura no fuesen tan frecuentes.

Este segundo tipo de competencia se estableció en el 2003, y puede resultar interesante comparar lo ocurrido con uno y otro sistema de torneo.

Entre 2000 y 2011 se ha jugado 14 campeonatos “todos contra todos”.

Los “equipos de la altura”, Bolívar en especial, han ganado nueve de ellos, y fueron subcampeones en siete oportunidades.

Los planteles del llano (solamente Oriente, en este caso) lograron dos éxitos, mientras que en otras cuatro ocasiones fueron subcampeones.

Desde 2001 se disputaron nueve “campeonatos por series”: los equipos del llano ganaron tres (más tres segundos puestos), otros tres los del valle (Wilstermann y Aurora), y solamente dos los paceños —ambos fueron para The Strongest— aunque es preciso anotar que también San José ganó uno y Real Potosí otro.

Con esos números en la estadística, estaba escrito que “la nueva era liguera” repetiría la fórmula —un certamen por series y otro todos contra todos— como se ha planificado para la gestión 2011/2012. Sorteadas como fueron las series para el primer campeonato que empezará a fin de semana, Blooming y Guabirá harán dos visitas “a la altura máxima”, mientras que a

Oriente Petrolero le tocará hacer tres viajes de esa índole. Aunque tal como están las cosas, y según sea el rendimiento de los equipos orientales, no sería de extrañar que debieran hacer cuatro o cinco visitas “incómodas” si llegan a las finales.

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